Ya No Hay Más Tiempo


Miro el reloj cada mañana al despertar y me doy cuenta que cada vez más se nos va acabando el tiempo, ya no habrán más minutos para amarnos, para soñar que nos tenemos, pues cada día cuenta con 24 horas para reír, llorar, querer, sentir, disfrutar, amar, vivir.
Se nos va escapando entre los dedos cuando creemos que lo hemos alcanzado, corre tan deprisa que lo perdemos de vista, cansándonos cada que vamos tras el, volviéndonos más compañeros de la vejez y amigos de la muerte, aumentando los años y reduciendo las ganas, haciéndonos enloquecer a cada minuto, hay ando la manera de detenerlo al fin, quedarnos congelados en un lugar o, donde solo seamos nosotros por una eternidad, en la que platiquemos sin miedo a que la noche se acabe, en la que salgamos sin esperar a que el día se vaya, en el que nos perdamos sin encontrarnos, lejos de lo que va acabando al tiempo.
Porque ya no hay más tiempo, se va agotando en cada dolor que cura, en cada oportunidad para amar, para caer y equivocarnos, en cada intento de seguir, ya no habrá más tiempo para cometer errores, para aprender y enseñar, porque cuando todo esto termine, la vida solo será un mal recuerdo de algo pasado, de algo incierto lleno de dudas por saber cómo fue, de desear tener todo, de soñar.
Ya no hay más tiempo para comerse al mundo entero, para encontrar razones para tenernos. Ya no hay más tiempo.


Texto registrado bajo derechos de autor. Autor: Ryan A.