No todos abordamos el mismo tren, ese tren que pasa cuando somos niños, el que a veces llega tarde a nuestra vida y por ello terminamos abordando cualquier otro tren junto con otros a los que si les correspondía abordarlo, pero eso no significa que seas malo en lo que haces, pues realmente es porque eres bueno para algo más.
Puedes intentar lo que sea, estar en otro tren, de eso se trata la vida, de experimentar, pero recuerda que no todos abordamos el mismo y que el nuestro va en dirección hacia donde construyamos las vías, en dirección hacia donde van nuestros sueños, con destino a nuestra vocación.
Piensa que no todos fuimos hechos para lo mismo, para ser buenos en todo, en las mismas cosas, cada uno de nosotros nacimos para algo, para ser de los mejores doctores, bomberos, chefs, policías, artistas, ser de los mejores músicos, actores, pintores, escritores, todos tenemos una habilidad para realizar las cosas, eso que muchos llaman don, con lo que dicen que nacimos, que fue la razón por la que venimos al mundo, por la que nacimos.
No todos abordamos el mismo tren, cuando ese tren llegue a nuestra vida, cuando es el indicado, debemos correr rápido detrás de él para poder abordarlo antes de que termine de pasar, antes de que nos conformemos por abordar otro y terminar en algo que no queríamos, matando nuestros sueños.
Texto registrado bajo derechos de autor. Autor: Ryan A.
