Recuerdo que te vi, en aquel balcón, asomada, como si
estuvieras a la espera de alguien, de mi, volviéndome intérprete de tu propia
secuencia de escena, en la que llega aquel valiente guerrero dispuesto a pelear
contra todo, con tal de llegar a aquella torre alta donde te encuentras y
tenerte, como en una película, somos esos protagonistas que al final, no saben cómo,
ni de qué manera, lograrán terminar juntos, esos que les sucede de todo, donde
el destino los confunde en su camino pero que no es suficiente para separarlos,
como en un película, olvidamos que es un guión el que estamos siguiendo y
hacemos ver nuestro amor más real, menos actuado, haciendo sentir los
sentimientos de verdad, siendo esa comedia romántica donde yo soy el tonto y tú
la chica inteligente inalcanzable, como en una película, al estar juntos suena
la canción perfecta, esa que hace que caigamos en la tentación de hacer mil
locuras.
Como en una película, te invitaba a salir, yo tan nervioso
de estar cerca de ti, por la sorpresa de que dijeras que si, como en una
película, decidimos tomar esa combi de la que tanto hablamos que tendríamos,
olvidando las maletas, dejando de lado los mapas, yendo a donde solo seamos
nosotros, acampando bajo las estrellas, huyendo de todas esas mentes cerradas y
lenguas mal usadas, como en una película, tenemos ese clímax tan especial,
donde nos damos cuenta que somos un mismo individuo, dividió en dos cuerpos que
buscaban volver a unirse, como en una película, el tren se ha puesto en marcha,
tu vas a bordo de él mientras que para mí ya es tarde para alcanzarlo, como en
una película, todo termina, contigo frente aquellos reflectores, iluminando tu
bella silueta.
Quisimos ser como una película, siendo un cortometraje,
olvidado que no supo seguir escribiendo el guión para un largometraje.