A unos
cuantos días de tu partida, te escribo tu última carta, para arrancar de lleno
una gran parte de ti, la que más pesa, para ir drenando poco a poco tu amor,
porque por más que quise remediarlo, te aferraste a la decisión que tomaste de
ya no volver, dueles, como no te imaginas, no es fácil estar sin ti, pero tengo
que hacerlo, soltarte y comenzar a caminar sin tomar tu mano, no sé cuánto
tiempo me tome hacerlo, tampoco en cuantos textos más te siga incluyendo, tal
vez aun encuentres cosas de ti en ellos, pero sé que algún día ya no será así,
que algún día volveré a escribir para mí, porque ya no serás la que le dará
vida a aquellos pensamientos que ahora me atormentan, tal vez en el ultimo que
te escriba, te contare que he aprendido a vivir sin ti, pero por ahora seguiré
intentando hacerme a la idea de que te fuiste y esta vez ya no vas a voltear
hacia atrás para regresar, porque ahora dejamos de prolongar lo inevitable y sé
que ni corriendo hacia el pasado, lograre cambiar todo lo que nos afecto.
Créeme
cuando te digo que te ame como a nadie, como nunca imagine que podría amar, que
todo fue real hasta el último momento en el que estuvimos juntos a pesar de que
parecía ya no haber amor, lo único que duele de esto es haberte dejado volar
tan fácil, sin haber peleado por ti una última vez, espero que quien tome mi
lugar sepa hacer bien las cosas, sepa hacerte bien, que te entienda mejor de lo
que yo lo hice y seas su prioridad como lo fuiste para mi, a la vez espero que
cuando sea así, hayas aprendido a estar sola, a necesitarte a ti antes de
necesitar a alguien más.
Sé qué
esperas encontrar algún reproche en esta última carta, pero nunca hubo
necesidad de hacerlo, porque todos cometemos errores y nadie es perfecto,
aunque te vi como a la mujer perfecta para mi vida.
Termino de
escribir tu última carta con mi primer y último postdata hacia ti.
Te amo.
Texto registrado bajo derechos de autor. Autor: Ryan A.